Construida sobre una pequeña iglesia del siglo V, de origen lombardo y dedicado a San Miguel Arcángel, la actual Iglesia (Abadía) de San Esteban es un ejemplo extraordinario de la arquitectura románica presente en Génova. Su larga historia, iniciada alrededor de 972 por voluntad del obispo Teodolfo, ha atravesado los siglos, cambiando su fisonomía original, para llegar a nosotros envuelta entre realidades, misterios y leyendas contándonos una porción de esta ciudad.

Viniendo de vía XX Settembre, la Abadía de Santo Stefano es imposible no notarla: domina desde lo alto, precediendo al majestuoso Puente Monumental, en una versión que llama inmediatamente la atención. Su "moncatura" de la nave de la derecha testimonia el proceso de recalificación urbana deseado en el siglo XIX, que llevó a la realización de la Vía Giulia, la actual vía XX Settembre, entregando una iglesia totalmente única y auténtica.

Originalmente construida con una nave central única, con un presbiterio elevado para preservar probablemente la parte más antigua del edificio, a lo largo de los años se añadió la cúpula de forma octogonal, la nave de la izquierda y luego la de la derecha, luego derribada. El campanario probablemente se remonta a una construcción anterior al resto del complejo arquitectónico, con una función inicialmente de torreta de guardia.

Un epígrafe sobre la pila bautismal querría testimoniar el bautismo de Cristóbal Colón, según el cual habría ocurrido precisamente en esta iglesia.

En su interior se pueden admirar obras de cierto prestigio artístico de época manierista barroca, como el martirio de San Esteban de Giuliano Romano y el martirio de San Bartolomé de Julio César Procaccini o la resurrección de Giovanni Battista Baiardo.

Desde 2004, en días festivos, se ofician los ritos litúrgicos de la Iglesia católica de rito bizantino-ucraniano.