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Las 10 cosas (más una) que no debes perderte en Génova

"La Passeggiata dei Forti": tra mare e monti

Las 10 cosas (más una) que no debes perderte en Génova y que siempre quisiste saber, pero quizá nunca te atreviste preguntar.  Para asegurarnos de que no te pierdas nada. Aunque no perderse nada de nada en una ciudad como Génova es prácticamente imposible...

1 - Centro histórico - O más bien, perderse para no perdérselo. Entre los más extensos de Europa, el centro histórico de Génova es sin duda el más auténtico (https://www.visitgenoa.it/centro-storico). Un laberinto en el que perderse para volver a encontrarse una y otra vez. Al fin y al cabo, perderse de verdad es imposible, basta con seguir las señales que permiten atravesarlo con total seguridad. Sus numerosos comercios históricos —pastelerías, confiterías y chocolaterías, tiendas de ropa, calzado, tejidos y sastrerías, pero  también trattorias, freidurías, triperías, carnicerías, charcuterías y droguerías—  suponen, en esta era de fabricación global de bienes, ventanas a otras épocas y a un saber hacer fundamentado en la precisión y la atención a los detalles (https://www.visitgenoa.it/alla-scoperta-delle-botteghe-storiche). 

2 - Strada Nuova y Palazzi dei Rolli - «Génova, soberbia por los hombres y por las murallas...», escribió Petrarca. Expresión máxima de aquel esplendor es la Strada Nuova, en la que se encuentran el Ayuntamiento y algunos de los más magníficos palacios históricos. Se trata de los Palazzi dei Rolli (https://www.visitgenoa.it/rolli), suntuosas residencias nobiliarias que la aristocracia urbana ponía a disposición de la política diplomática de la antigua República de Génova para hospedar a embajadores y altos dignatarios que visitaban la Soberbia, y que actualmente también albergan las prestigiosas colecciones de arte de los Musei di Strada Nuova (https://www.visitgenoa.it/musei-di-strada-nuova-0).

3 - Porto Antico y Waterfront - El verdadero plato fuerte de este verano genovés es la inauguración del nuevo Waterfront di Levante diseñado por el renombrado arquitecto Renzo Piano. Este devuelve a la ciudad su mar a través de un ininterrumpido continuum que permite llegar desde el Porto Antico (https://www.visitgenoa.it/porto-antico) hasta el antiguo pueblo pesquero de Boccadasse por un paseo marítimo sin interrupciones, sin ni siquiera un cruce de peatones.

4 - Boccadasse - Este icónico pueblo de pescadores con sus casitas de colores aferradas a las rocas es una visita obligada con el ambiente de una pequeña isla mediterránea encajonada en una gran ciudad. Y se dice que entre los muros de sus casas ronroneaba el gato de la canción Il cielo in una stanza de Gino Paoli. Una cena junto a la playa con el rumor del mar como fondo de la conservación es el mejor final para un día genovés de verano. Y de cualquier otra estación (https://www.visitgenoa.it/boccadasse-e-corso-italia). 

5- Nervi - Un poco más adelante, prolongando el paseo frente a la roca de Quinto que vio zarpar a la Expedición de los Mil, se llega al barrio de Nervi (https://www.visitgenoa.it/nervi). Extremo oriental de la ciudad, aquí el abrazo del mar se transforma en un balcón en pico que se extiende sobre un acantilado que, entre intrépidos encuentros con las olas, restaurantes y locales de moda, finaliza en una pequeña playa con piedras redondeadas por el eterno movimiento de las olas. Y justo detrás se encuentra el sombreado verde de los Parchi di Nervi (https://www.visitgenoa.it/parchi-di-nervi) y las fragancias de su rosaleda. Sede del Nervi Music Ballet Festival, un evento de danza y espectáculo en un entorno único en el mundo, los Parchi también albergan las colecciones de los Musei di Nervi (https://www.museidigenova.it/it/musei-di-nervi), con la Galleria d'Arte Moderna, el Raccolte Frugone y la Wolfsoniana, un pequeño y original tesoro especializado en arte, diseño y comunicación de principios del siglo XX, solo igualado por la sede gemela de la Fundación Wolfson de Miami. 

6 - Museo de Arte Oriental Chiossone y Castello d’Albertis - Estas dos sedes expositivas se las debemos a dos inquietos viajeros genoveses que partieron de Génova hacia destinos lejanos y generosamente donaron a la ciudad el legado de toda una vida de viajes. Una vista rápida a los tesoros artísticos que custodia la ciudad no estaría completa sin ellas. El Museo Chiossone (https://www.visitgenoa.it/museo-darte-orientale-edoardo-chiossone-0), que puede presumir de una de las mayores colecciones de arte japonés de Europa, acoge el legado de Edoardo Chiossone, ilustrador y grabador genovés que fue invitado por el emperador de Japón a rediseñar los billetes de la fábrica nacional de moneda. Y al que el país del sol naciente debe por tanto el aspecto moderno de los billetes que se convirtieron en expresión de su poder financiero. También nos transporta a tierras lejanas el Castello d’Albertis (https://www.visitgenoa.it/castello-dalbertis#:~:text=Costruito%20tra%20il%201886%20e,lo%20scelse%20come%20propria%20dimora), una excéntrica morada neogótica que domina magníficamente el paisaje de la ciudad y que el Capitán Enrico Alberto d’Albertis, navegante y viajero del siglo XIX, amuebló con objetos procedentes de los cinco continentes. Una visita al Museo delle Culture del Mondo que acoge actualmente es un viaje entre salas de las maravillas, sugestiones marineras, evocaciones colombianas y trofeos coloniales de una época en la que el Viejo Continente se creía el centro del mundo. 

7 - Palazzo Ducale - Asomado a las adyacentes Piazza De Ferrari y Piazza Matteotti, justo en el centro del mejor «salón» de la ciudad, se encuentra esta antigua residencia del Dux y sede del poder político de la Génova reina de los mares, que actualmente es el principal centro cultural de la ciudad (https://www.visitgenoa.it/palazzo-ducale).  Un puerto de cultura siempre abierto al que arriban muestras y eventos de alcance internacional en una programación diaria de conferencias, exposiciones, festivales y otras oportunidades de profundización. También merece la pena visitar su Torre Grimaldina (https://www.visitgenoa.it/evento/torre-grimaldina-e-carceri-segrete), antiguamente utilizada como cárcel de la República para presos políticos, alojando a ilustres reclusos como el príncipe sarraceno Dragut, capturado por Andrea Doria, Jacopo Ruffini y Niccolò Paganini…

8 - Pesto y focaccia - Son los reyes indiscutibles de la gastronomía típica genovesa (https://www.visitgenoa.it/sapori). El primero es un condimento que ya se aprecia en todo el mundo, pero que solo si se cultiva en el microclima del quartiere di Prà expresa su fragancia más genuina. La segunda, bañada en cappuccino, es el verdadero pistoletazo de salida del día para cualquier verdadero genovés (se invita a los más atrevidos a probar también su versión con cebolla).  Y luego están los canestrelli y las galletas del Lagaccio, la farinata de garbanzos cocida en horno de leña y los pansoti, una versión totalmente vegetariana de los raviolis, que se sirven preferiblemente con salsa de nueces. Y aún más, también está la cima, un cojín de carne con un rico relleno; la buridda, una imperdible especialidad marinera; y la torta pasqualina. Y, por último, el sorprendente Cappon magro, una pintoresca ensalada fría, protagonista de la mesa navideña, pero que, no obstante, sería un error asociar con el capón. 

9 - Galata Museo del Mare y submarino Nazaro Sauro - Génova y su mar, un vínculo necesario, indisoluble desde el nacimiento de la ciudad. Y, sin embargo, nunca puede darse por descontado. Seis siglos de historia contados dentro de un cofre de cristal con vistas a la Dársena histórica del puerto comercial, el museo marítimo más innovador del Mediterráneo (https://www.visitgenoa.it/galata-museo-del-mare)). Su superficie de 12 000 m2 contiene 4300 objetos originales, 31 salas de exposición —una dedicada a Cristóbal Colón que alberga el famoso retrato atribuido a Ghirlandaio y el Código de Privilegios—, dos terrazas panorámicas, la reconstrucción a escala 1:1 de una galera genovesa del siglo XVII, un bergantín del siglo XIX, el talamete de un piróscafo de principios del siglo XX y una sección dedicada a las migraciones italianas a América (MeM - Memoria e Migrazioni) y a las migraciones contemporáneas (Italiano Anch'io). El complemento imprescindible a la visita del Museo es subir a bordo del submarino Nazario Sauro (https://www.museidigenova.it/it/il-sommergibile-s-518-nazario-sauro). Atracado junto al Museo, en sus angostos espacios las voces, los motores en funcionamiento, el sonar, el radar y el sonido de los lanzatorpedos son elementos que permiten experimentar de primera mano las condiciones de vida de los marineros a bordo de un submarino real. Construido por Fincantieri para la Marina Italiana en 1976 y retirado del servicio en 2002, el Nazario Sauro fue donado al Mu.MA manteniendo la máxima fidelidad a lo original. Construido durante la Guerra Fría, el submarino es hoy mensajero de cultura y conocimiento.

10 - Las fortificaciones de Génova - Un abrazo fuerte y gentil: durante siglos baluarte de la seguridad y la independencia de la ciudad, el complejo de sus fortificaciones se despliega en la muralla urbana más larga del mundo (https://www.visitgenoa.it/muraeforti). Sus recorridos y caminos, entre los que el ojo atento aún puede descubrir testimonios históricos de asedios y batallas campales, forman ahora una amplia red de rutas al aire libre a dos pasos del centro de la ciudad, para recorrerlos en bici de montaña, paseando a pie o en caminatas más exigentes. Dan la impresión de que Génova es tanto una ciudad de montaña como una ciudad de mar. 

11 - Génova vertical - ¿Quién dice que los genoveses son tacaños? Viejos prejuicios, clichés manidos. De hecho, esta lista de las diez cosas que no perderse en Génova llega a su fin con un undécimo «bonus track» que, como atracción para los visitantes y al mismo tiempo modo de vida de los lugareños, vale al menos por dos (https://www.visitgenoa.it/la-genova-verticale-da-spianata-castelletto-santanna). Funiculares, ascensores y trenes cremallera (https://www.visitgenoa.it/funicolari-ascensori-e-cremagliere) que los genoveses utilizan a diario para volver a casa en las alturas de una ciudad cuesta arriba en la que a veces se entra por el tejado.  Empezando por el ascensor más ilustre y antiguo, también apreciado por el poeta Giorgio Caproni, que lleva en un instante de Strada Nuova a la explanada de Castelletto (https://www.visitgenoa.it/spianata-castelletto), un mirador desde el que los tejados de pizarra del centro histórico forman un paisaje incendiado por el rojo del sol al atardecer. El funicular Zecca - Righi y el tren cremallera de Granarolo permiten salir del centro para llegar a la Génova más alta, mientras que los pequeños vagones que salen de Largo Zecca se encaraman por las vías hasta alcanzar Righi y el Parco del Peralto (https://www.visitgenoa.it/parco-urbano-delle-mura-e-forti), puerta de entrada al complejo de las fortificaciones de Génova. El tren cremallera de Granarolo sale de la estación de tren de Principe para llegar a la colina que hay entre la ciudad y Valpolcevera. En Via Balbi, en las inmediaciones del Palazzo Reale, encontramos el singular ascensor «híbrido» de Montegalletto, el cual, único en el mundo en su género, comienza en horizontal y se convierte en vertical para subir a la superficie a la altura del Castello D’Albertis. 

 

 

 

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