Funiculares y cremalleras
Génova tiene un territorio impenetrable y siempre ha tenido que enfrentar el problema de transportar a muchas personas por las empinadas escaladas que lo caracterizan, hacia la cima de las colinas que abrazan la ciudad.
Hay varias instalaciones de remonta, como ascensores y funiculares, que se mueven entre los edificios y las calles. Estas estructuras tienen una utilidad fundamental y también son admiradas por sus valiosas arquitecturas.
El funicular Zecca - Righi, junto con la cremallera de Granarolo, se encuentran entre las instalaciones más interesantes con las que puedes salir del centro de la ciudad para llegar a las alturas en pocos minutos.
En el primer caso, los rieles de los vagones pequeños que parten de Largo Zecca suben por las vías, y luego de una primera parte en la galería, entre los edificios se ofrece un panorama que se ensancha cada vez más y permite admirar la ciudad desde arriba una vez llegado a destino en el Righi.
Desde aquí se puede llegar al parque Peralto con una caminata simple y placentera, desde donde parten los caminos hacia los fuertes.
La cremallera de Granarolo sale de la estación de ferrocarril de Príncipe y después de haber cubierto todos los rieles, alcanza la colina de la cuenca entre la ciudad y la Valpolcevera. El ferrocarril de cremallera es un sistema de vía ferrata equipado con un tercer carril, sobre el cual corre la rueda aplicada al vagón.
La variedad de ascensores, privados o públicos, inclinados o verticales, le permite superar la fatiga de los muchos pasos o largas pendientes para llegar a los lugares desde donde se puede admirar la ciudad que desciende hasta el mar.
Con sus 57 metros de altura, el ascensor este de Castelletto, construido en 1909, es el más antiguo de Génova. Tiene una importante función de transporte para los ciudadanos, pero también es un importante destino turístico que le permite llegar a la explanada de Castelletto en poco tiempo para admirar los tejados del casco antiguo y el puerto que se abre hacia el oeste. No se olvide de la belleza arquitectónica de esta estructura, que sale del suelo, que culmina en un vitral de estilo Art Nouveau.
Cerca del Castillo de Albertis se encuentra el ascensor Montegalletto, que desciende por Balbi, construido en 1929 y restaurado casi por completo en 2004. Esta intervención lo hizo único en el mundo: eliminar el túnel peatonal de 300 metros de largo que conducía en el ascensor, se ha diseñado un sistema integrado: para la primera parte del rasgo, el vagón funciona como un funicular, luego se engancha en el sistema vertical y se convierte en un ascensor.