El Cortejo histórico de Génova
El cortejo histórico de Génova evoca un evento histórico acaecido el año 1101. Se trata del triunfal regreso del condotiero genovés Guglielmo Embriaco (conocido como “Testadimaglio”) el cual, desde Tierra Santa, trajo a la ciudad el Sacro Catino. El evento representado por el Cortejo genovés es por lo tanto, evocador de aquel periodo especialmente significativo en la historia de la ciudad.
En el cortijo, el Embriaco es precedido por el Gonfalón de la ciudad, caracterizado por contener los blasones de las ocho antiguas “compañías” genovesas: los barrios en la que se dividía la ciudad medieval (Borgo, Castello, Maccagnana, Piazzalunga, Porta, Portanuova, San Lorenzo, Soziglia), por los estandartes y los emblemas de la ciudad y de San Giorgio. Le acompañan una fanfarria de hasta 12 músicos, formada por alféreces y capitanes con los estandartes de las familias a las que pertenecen (De Fornari, De Marini, De Nigro, Fregoso, Grimaldi, Pallavicini). En la representación un paje porta el “Sacro Catino”, otro la espada y el alférez de la casa que levanta el estandarte de los Embriaci.
Siguiendo a Embriaco, está “Caffaro di Rustico” señor de Caschifellone reconocido por sus celebres “Annales” (Anuarios en los que reflejó las crónicas de la ciudad desde el 1099 hasta el 1163), se le considera el fundador de la crónicas genovesas. Les siguen otros personajes armados con ballestas, espadas y lanzas), tras ellos una delegación de los ciudadanos más pudientes con trajes preciosos como testimonio del fructífero comercio de mercancías con Asia Menor y del Ponto. Al final de la comitiva se encuentra el pueblo con actitud festiva, representado por mujeres, monjes, campesinos, pescadores y marinos.