La Fiesta de San Giorgio (San Jorge)
No hay noticias ciertas sobre la vida y la existencia en si misma de San Giorgio. Las mayores informaciones provienen de la Passio Georgii, que ya en el año 496 era considerada apócrifa. Según esta fuente agiográfica, Giorgio tenía su origen en la Capadocia, nacido alrededor del año 280 y educado por los padres a la religión cristiana.
Se mudó a Palestina, formando parte de la guardia personal de Diocleziano y convirtiéndose en oficial de las milicias. Pero Giorgio, en seguida se confiesa cristiano, tras ser invitado por el emperador a ofrecer sacrificios a los dioses, éste opone un rechazo decidido por lo que sufre el martirio en Lydda (Palestina). Todo lo demás es leyenda, que ha tenido extraordinaria fama, no solo en la literatura sino en el arte.
La leyenda cuenta que había un lago, desde el cual salía un terrible dragón que, acercándose a las murallas de una ciudad llamada Selem (en Libia) traía la muerte a causa de el aire envenenado. Para tenerlo lejos, los habitantes escogían a suerte seis jóvenes víctimas, que daban de comer al envenenador. Así fue hasta que le tocó el turno de la hija del rey – la princesa Silene – que sin éxito el padre intentó de sustraer al sacrificio.
A este punto interviene el héroe mitológico, San Giorgio en la leyenda cristiana, el cual empieza un feroz combate con el dragón, salvando a la chica de una muerte segura y a los habitantes de la ciudad de la constante amenaza.
San Giorgio, a diferencia de Perseo, no mata el dragón por el amor de la princesa, mas bien por pedir al pueblo la creencia en Cristo abrazando el bautismo cristiano.
El culto a san Giorgio – en la Edad Media se convirtió en el símbolo de la lucha del Bien contra el Mal, por lo que el mundo de los caballeros vio en él encarnados sus ideales magnificando su popularidad.
En Génova, el símbolo de San Giorgio es presente aún hoy en el escudo municipal, y la difusión de su devoción se remonta a los tiempos de las cruzadas cristianas en Tierra Santa: en 1098, en Antioquia, los cruzados y los caballeros ingleses, en una cruel batalla, fueron socorridos por los genoveses dando un giro a la batalla permitiendo la toma de la ciudad con éxito, la cual era considerada inexpugnable hasta el momento.
Según la leyenda, el mártir se habría mostrado a los combatientes cristianos en una milagrosa aparición, junto a maravillosas y brillantes criaturas celestes, con numerosas banderas en las cuales sobresalían cruces rojas sobre fondo blanco, convertido más tarde en la bandera de la ciudad.
Génova le dedicó una orden caballeresco militar, con una cadena de oro y una cruz de esmalte en rojo, concediendo a los capitanes más valientes el privilegio de decorar el portón de sus casas con la imagen del santo, que estaba también en las monedas.
El “beò (beato) San Giorgio” no solía ser olvidado tampoco fuera de la patria: los genoveses dedicaron al santo una iglesia a Nápoles y otra a Palermo, difundiendo la efigie del protector en los dominios de ultramar: un bajo relieve en piedra, con fecha 1467 y con el escudo Lercari, fue devuelto a Italia desde Cembalo por el general Lamarmora después de la expedición de Crimea.
El aniversario del Santo se celebra el 23 de abril.
La Iglesia de San Giorgio: En la plaza San Giorgio surge la iglesia dedicada al santo, erigida en época bizantina, de la cual se tiene registro desde el año 964, siendo proclamada más tarde “Santuario de la Patria”. En su interior se encontraba guardado el estandarte de la República, que con grande solemnidad era entregado al capitán general de las fuerzas navales cuando eran enviadas a combatir. La iglesia fue reconstruida en el siglo XVI hasta el principio del siglo XVII. En su interior elíptico se puede admirar, en el coro, el “Martirio de San Giorgio” de Luca Cambiaso.