El Puente Monumental es una maravilla arquitectónica realizada en 1895 en lugar de la Puerta de Arco de las Murallas Nuevas, y representa un importante símbolo histórico de la ciudad. El proyecto fue realizado por el ingeniero Cesare Gamba y los arquitectos Ronco y Haupt en 1890, y desde entonces ha seguido sorprendiendo a visitantes de todo el mundo con su belleza y majestuosidad.

El puente cruza la Vía XX Settembre de forma longitudinal y se alza imponente con sus 21 metros de altura. La estructura portante está constituida por un gran arco de ladrillos, mientras que los arcos inferiores están sostenidos por columnas de mármol que presentan una decoración escultórica de piedra. Esta decoración, junto con la impresionante vista de la ciudad que se puede admirar desde el puente, son dos de las principales razones por las que los turistas eligen visitar este sitio.

En los nichos están grabados los nombres de los caídos de la Segunda Guerra Mundial, para rendir homenaje a las víctimas y recordar los trágicos acontecimientos que han marcado la historia del país. Además, en el lado del puente, podrás admirar la concesión de la Medalla de Oro a la ciudad de Génova, que representa un reconocimiento importante por el valor y el coraje demostrado por los ciudadanos durante la guerra. Pero eso no es todo: al otro lado del puente, también hay una placa de mármol que representa el documento de rendición de las tropas alemanas enemigas.

El puente está equipado con un ascensor que conecta vía XX Septiembre a Corso Podestà, que también se puede llegar a través de escaleras. Pero eso no es todo, el Puente también reserva una grata sorpresa: desde su interior se puede acceder a la Génova subterránea: un verdadero tesoro escondido que encierra la historia y las leyendas de la ciudad, a través de túneles, túneles y cuevas accesibles exclusivamente con visitas guiadas.