El palacio, situado en una zona particularmente importante para el desarrollo urbano de la ciudad, al margen de Strada Nuova, en una zona de huertos propiedad de los Spinola, fue construido entre 1565 y 1567.

Fue construido por voluntad de Paolo Battista y Nicolò Interiano por Francesco Casella, quien trabajó sobre los restos de una construcción preexistente.

Gracias a su magnificencia, el palacio fue incluido por Pietro Paolo Rubens en su colección dedicada a los Palacios Modernos de Génova, publicada en Amberes, y inscrito en todas las listas de los Rolli. El edificio tenía varios propietarios. A finales del siglo XVII llegó a los Grimaldi Pasqua, que lo ampliaron hacia el monte sirviéndose de la obra del arquitecto Pietro Pellegrini y renovaron algunos aspectos decorativos.

Esta última fase decorativa acompañó el rico aparato de frescos realizado por la familia Calvi en el siglo XVI, en el que adquiere especial relieve la bóveda con las Historias de Josué, situada en el piso noble.

El último de los pases de propiedad lo asigna a los Pallavicino, que sieguen tienendolo hoy. Particularmente interesante es la fachada de la plaza, completamente pintada por los hermanos Lazzaro y Pantaleo Calvi, como instrumento de comunicación y magnificación de la figura de uno de los dos comitentes, Niccolò Interiano, elegido precisamente en aquellos años gobernador de la República.