Una receta tan sabrosa como antigua, que no debe confundirse con la famosa harina de garbanzo. Poco conocida, la harina de calabaza nació entre los pueblos de Sestri Ponente, Pegli, Pra' y Voltri. De sabor delicado, delicioso y original, no es ni un pastel de carne ni un pastel de calabaza, sino un invento único para hacer soñar a cada paladar con una decoración exquisita. 
Es un plato típico local hecho con una simple hoja de harina, agua, sal y un relleno de calabaza cruda, queso, orégano, horneado en el horno. Ideal para una cena ligera e ideal como aperitivo y fabulosa para un aperitivo, la harina de calabaza es una postal gastronómica que transmite el aroma de la tradición genovesa.

Procedimiento

Preparar el hojaldre amasando harina, agua, sal y vino hasta obtener una pasta suave. Dividir la masa en dos partes, enharinar, cubrir con un paño húmedo y dejar reposar durante no menos de una hora.
Mientras tanto, limpie la calabaza, córtela y dé agua (que se puede utilizar en la masa de la hoja en lugar de vino blanco o agua). Luego rallar. Verter la calabaza en un tazón, añadir, el parmesano, sal, pimienta, aceite y la harina de polenta.
Tire de la lámina lo más delgada posible, colóquela en una bandeja para hornear bien engrasada dejando que la masa se desborde, vierta sobre el relleno en una capa delgada, espolvoree con orégano y aceite de oliva etiquetado, rebozado, dejando un espacio abierto en el centro, sin cerrarlo por completo.  Hornear a 200° durante unos 30 minutos.

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Ingredientes:

Para la pasta 

• 250 g gramos de harina de trigo blando
• 50 g de harina de maíz
• 2 cucharadas de aceite
• Sal, agua tibia q.b.
• 1/2 copa de vino blanco (opcional)

Para el algodón

• 1 kg de calabaza
• 100g de parmesano
• 2 cucharadas de harina de polenta
• Aceite de oliva etiquetado
• Sal, pimienta y orégano a voluntad

*en negrita los ingredientes alérgenos